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Identidad de marca: más allá de un logo, la clave para conectar y diferenciarte

Piensa en la última vez que conociste a alguien. Su tono de voz, su estilo, su forma de expresarse… Todo eso te dejó una impresión, ¿verdad? Bueno, con una marca pasa exactamente lo mismo.

La identidad de marca (o brand identity) es el alma de una empresa, lo que la hace única y reconocible. Y no, no se trata solo de un logo bonito o una paleta de colores digna de Pinterest. Es su personalidad, su historia, su voz y la experiencia completa que ofrece a quien entra en contacto con ella.

Las marcas que realmente dejan huella no son las que simplemente venden productos o servicios, sino las que logran un lugar en la mente (y el corazón) de sus clientes. Apple no vende tecnología; vende creatividad y exclusividad. Nike no vende zapatillas; vende determinación y superación. Starbucks no vende café; vende una experiencia acogedora, un “tercer lugar” entre casa y el trabajo.

Entonces, la gran pregunta es: ¿cómo construyes una identidad de marca que no solo te haga visible, sino inolvidable?

En esta guía, descubrirás qué es la identidad de marca, por qué es clave para cualquier empresa y, lo más importante, cómo crear una que realmente conecte con tu público. Y no, no es solo un concepto reservado para gigantes del mercado: toda empresa, grande o pequeña, necesita una identidad de marca sólida y auténtica.

¿Qué es la identidad de marca?

La identidad de marca es la esencia de tu empresa, lo que te hace único y memorable. Es mucho más que un logo bonito o un eslogan pegajoso. Es la suma de tu historia, tu misión, tus valores, tu voz, tu estilo visual y, sobre todo, la experiencia que generas en quienes te conocen.

Es lo que separa a una marca auténtica de un producto genérico. Es lo que te hace reconocible, inspirador y confiable. Porque una marca fuerte no solo vende, crea experiencias, despierta emociones y construye conexiones reales.

Piensa en Apple, Nike o LEGO. No compramos solo computadoras, zapatillas o ladrillos de plástico. Compramos innovación, superación y creatividad. Compramos una identidad con la que nos sentimos identificados.

¿Qué define la identidad de marca?

La identidad de marca es el ADN de tu empresa: lo que dice, cómo se ve, cómo se expresa y, sobre todo, cómo hace sentir a su público. Es un conjunto de elementos visuales, verbales y emocionales que moldean la percepción de tu marca y la diferencian del resto.

Pero ojo: la identidad de marca no es solo lo que dices de ti mismo, sino lo que efectivamente transmites y representas. Se compone de:

  • Lo que dice: Su historia, mensajes clave y tono de voz.
  • Sus valores: Aquello que defiende y que la hace auténtica.
  • Cómo presenta sus productos: Diseño, packaging y experiencia de usuario.
  • Las emociones que despierta: La conexión que genera con su audiencia.

Un error común es reducir la identidad de marca a su imagen visual (logo, colores, tipografía…). Pero eso sería como describir a una persona solo por su apariencia, ignorando su personalidad, su historia y los valores que la hacen única.

Imagina que entras en una tienda de Starbucks: el aroma del café recién tostado, el sonido de la máquina espumando la leche, los baristas escribiendo tu nombre en el vaso (probablemente con algún un error), el inconfundible color verde del mobiliario. Cada detalle está cuidadosamente diseñado para crear una experiencia coherente y reconocible, convirtiendo el simple acto de tomar café en un ritual familiar que puedes repetir en cualquier parte del mundo. Eso es identidad de marca.

Brand Identity Vs Brand Image

A menudo se confunden, pero la identidad de marca (brand identity) y la imagen de marca (brand image) juegan roles distintos y complementarios:

  • Identidad de marca: Es cómo quieres ser percibido. Es la imagen que diseñas estratégicamente y comunicas al público a través de tu tono de voz, valores, diseño y experiencias.
  • Imagen de marca: Es cómo realmente te perciben los consumidores. Es subjetiva y evoluciona con el tiempo según las opiniones y experiencias del público.

Dicho de otro modo: la identidad de marca es lo que defines y controlas internamente, mientras que la imagen de marca vive en la mente de tus clientes.

Si hay una brecha entre ambas, la percepción del consumidor no coincidirá con lo que quieres proyectar. Por eso, gestionar tu identidad de marca de forma estratégica es clave para que lo que dices que eres y lo que la gente realmente percibe estén alineados.

Porque al final, no importa solo lo que dices que eres, sino lo que las personas realmente creen que eres.

¿Por qué la identidad de marca es importante?

En un mercado donde las marcas se pelean por segundos de atención, tener una identidad de marca sólida no es un lujo, es una necesidad.

Con miles de empresas compitiendo por la mente (y el bolsillo) del consumidor, una identidad clara y bien definida no solo te da ventaja: es lo que te permite destacar, conectar y ser recordado.

Pero esto va más allá de la simple notoriedad. Una identidad de marca fuerte impacta directamente en la percepción, confianza y lealtad del consumidor. ¿Cómo? Vamos a verlo:

Análisis del mercado y la audiencia: conoce el terreno antes de construir

El primer paso para construir una identidad de marca efectiva es entender el entorno en el que juegas. Aquí no hay espacio para suposiciones, necesitas datos reales sobre tu público y tu competencia. Pregúntate:

  • ¿Quiénes son tus clientes ideales? ¿Qué quieren? ¿Qué problemas tienen? ¿Cómo puedes resolverlos mejor que nadie?
  • ¿Quiénes son tus competidores? ¿Qué ofrecen? ¿Cómo puedes diferenciarte?

Una herramienta útil para esto es el análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) para encontrar tu ventaja competitiva.

Si descubres que la competencia falla en atención al cliente, tu marca puede destacarse ofreciendo un servicio excepcional. O si detectas que el mercado ignora la sostenibilidad y tu público la valora, ahí tienes tu nicho.

Antes de definir quién eres como marca, tienes que entender a quién te diriges y contra quién compites.

Definición del ADN de la marca: lo que te hace único

Con el terreno claro, ahora toca definir el corazón de tu identidad de marca. Aquí entran en juego:

  • Misión: No es solo lo que haces, sino por qué lo haces. ¿Cuál es el propósito real detrás de tu marca? ¿Por qué existes más allá de ganar dinero?
  • Visión: ¿Cómo imaginas el futuro de tu empresa y su impacto en el mundo?
  • Valores: Los principios que guían tus decisiones (y no, no pueden ser puro postureo, la gente detecta rápido a las marcas falsas).
  • Personalidad de la marca: Piensa en tu marca como si fuera una persona. ¿Cómo hablaría? ¿Qué rasgos la definen?

Algunas herramientas útiles para definir el ADN de tu marca son:

  • Los 12 arquetipos de Jung para definir la personalidad de tu marca.
  • Modelo Big Five para perfilar rasgos psicológicos clave.
  • Prisma de Kapferer (que veremos más adelante) para estructurar los elementos esenciales de la identidad de marca.

Toda marca poderosa tiene una razón de ser clara. Apple nació para desafiar el status quo de la tecnología. Nike para empoderar a cada persona a dar lo mejor de sí. Patagonia para proteger el planeta.

Ejercicio práctico: Escribe en una frase qué hace tu marca y por qué debería importarle a la gente.

Diseño de identidad visual: la cara visible de tu marca

Ahora que sabes quién eres y qué representas, es momento de plasmarlo visualmente. Los elementos clave son:

  • Nombre: Si aún no tienes uno, elige algo memorable y alineado con tu esencia.
  • Logotipo: Más que un diseño bonito, debe ser simple, versátil y representativo.
  • Paleta de colores: Cada color transmite una emoción. El rojo y amarillo de McDonald’s estimula el apetito, el verde de Starbucks evoca frescura y tranquilidad.
  • Tipografía: No es un simple detalle. La letra también comunica (¿tradición y elegancia o modernidad y minimalismo?).
  • Elementos gráficos adicionales: Patrones, estilo fotográfico, packaging, jingles o incluso aromas pueden reforzar tu identidad.

Tu identidad visual debe ser única, coherente y fácil de reconocer de un solo vistazo.

Definir tono de voz y estilo de comunicación: cómo habla tu marca

Así como el diseño define cómo se ve tu marca, el tono de voz define cómo suena. Si tu marca fuera una persona, ¿cómo hablaría? ¿Sería formal y elegante como Chanel o irreverente y divertida como Netflix? Pregúntate:

  • ¿Tu marca es formal o informal?
  • ¿Habla de manera técnica o sencilla?
  • ¿Es seria o tiene un toque de humor?

Revolut, por ejemplo, usa un tono moderno y cercano, mientras que Santander mantiene un estilo más serio y corporativo.

El tono de voz es clave para conectar con el público y crear coherencia en todos los canales. No es lo mismo escribir un comentario en redes sociales, un email de servicio al cliente o una descripción de producto, pero el estilo y la personalidad de la marca deben mantenerse consistentes. 

Directrices y coherencia: el manual de tu identidad

Después de definir todos estos elementos, necesitas documentarlos en un Brand Book. Este manual debe incluir:

  • Uso del logo y variantes permitidas.
  • Paleta de colores con códigos exactos.
  • Tipografías oficiales y ejemplos de diseño.
  • Estilo de comunicación y tono de voz.
  • Buenas prácticas y errores a evitar.

Una marca sin coherencia es una marca que nadie recuerda.

Construir una identidad de marca fuerte es como montar un mosaico: cada pieza debe encajar perfectamente para proyectar una imagen sólida y auténtica.

No se logra de la noche a la mañana, pero cuando todo está bien alineado, tu identidad se convierte en un activo poderoso que deja huella en la mente (y el corazón) del consumidor.

Ejemplos prácticos de identidad de marca

La teoría está bien, pero vamos a la práctica. Veamos algunos ejemplos de marcas con identidades tan fuertes que las reconocerías incluso con los ojos vendados.

Coca-Cola: Coherencia y emociones atemporales

Si hay una marca que ha sabido construir una identidad de marca icónica, es Coca-Cola. No se trata solo de su logo rojo con letras cursivas blancas, que ha cambiado mínimamente en más de un siglo. Su identidad de marca se extiende a cada aspecto de su comunicación y experiencia de producto. Elementos clave de su identidad:

  • Color rojo inconfundible, elegido estratégicamente porque transmite energía y confianza.
  • Iconos visuales y sensoriales, como el oso polar en Navidad y la botella Contour, cuyo diseño curvado es tan distintivo que podrías reconocerlo solo al tacto.
  • Publicidad alineada con su esencia, desde jingles históricos (“Disfruta Coca-Cola”) hasta campañas actuales como “Comparte una Coca-Cola”, siempre apelando a emociones positivas: felicidad, amistad y momentos compartidos.
  • Sonidos icónicos, como el pshht al abrir una lata, que refuerzan la experiencia sensorial de la marca.

Cuando todos los elementos de una marca son consistentes y evocan la misma emoción, se graban en la mente colectiva. Coca-Cola no solo vende refrescos, vende momentos felices.

Patagonia: Activismo convertido en identidad

Patagonia es el caso perfecto de una marca que no solo vende productos, sino una causa. No se limita a comercializar ropa outdoor: su identidad está construida sobre un propósito claro y poderoso: “Salvar nuestro planeta”.

¿Cómo ha logrado una identidad tan fuerte?

    • Un mensaje claro y valiente: Patagonia no solo habla de sostenibilidad, la vive. Un ejemplo emblemático es su icónica campaña “Don’t Buy This Jacket”, donde pedía a los consumidores que no compraran si no lo necesitaban, promoviendo el consumo responsable.
    • Coherencia en cada acción: usa materiales reciclados, ofrece programas de reparación de ropa y destina el 1% de sus ventas a causas ambientales.
    • Una comunidad que comparte sus valores: quienes compran Patagonia no solo buscan una chaqueta, sino pertenecer a un movimiento.
    • Identidad visual alineada: su logo con el perfil de las montañas refleja su conexión con la naturaleza y el nombre evoca un territorio salvaje e intacto.

Cuando una identidad de marca se construye sobre valores auténticos y se respalda con acciones reales, el público lo percibe y responde con lealtad.

Apple: Minimalismo, exclusividad e innovación

Apple no vende tecnología, vende una experiencia. Su identidad de marca es sinónimo de diseño minimalista, exclusividad y visión de futuro. Claves de su identidad:

  • Un logo que ha evolucionado sin perder su esencia, pasando de un arcoíris a una versión monocromática para reforzar su imagen de sofisticación.
  • Un diseño limpio y sin distracciones, tanto en sus productos como en su packaging, tiendas y materiales de marketing.
  • Colores neutros y minimalistas, predominando el blanco, negro y gris plata, que transmiten calidad y elegancia.
  • Un tono de voz inspirador y directo, que refuerza la idea de que Apple no es solo una marca, sino una comunidad de personas creativas e innovadoras.

Una identidad de marca bien definida puede hacer que tus productos sean percibidos no solo como objetos, sino como símbolos de un estilo de vida.

Starbucks: Más que café, una experiencia

Entrar a un Starbucks es una experiencia sensorial y emocional, y eso es lo que hace que su identidad de marca sea tan fuerte.

¿Qué la hace tan reconocible?

  • El icónico logo de la sirena, que evoca sus raíces marítimas y el origen del café.
  • Colores verde y blanco, asociados con naturalidad, frescura y acogida.
  • Una experiencia uniforme en cualquier parte del mundo, desde el aroma a café recién hecho hasta la música ambiental y los baristas escribiendo tu nombre en el vaso.
  • Un mensaje claro: Starbucks no es solo una cafetería, es “tu tercer lugar” después de casa y el trabajo, donde puedes relajarte o trabajar cómodamente.

Una identidad de marca fuerte puede transformar algo tan cotidiano como tomar café en un ritual que las personas buscan repetir una y otra vez.

¿Qué nos enseñan estas marcas?

Estos ejemplos muestran que una identidad de marca bien definida no es solo teoría, sino una estrategia tangible que se refleja en cada punto de contacto con el público.

Las claves de una identidad de marca ganadora:

  • Coherencia total: Todo, desde el logo hasta el tono de voz, debe comunicar lo mismo.
  • Diferenciación clara: Encuentra lo que te hace único y poténcialo.
  • Emoción y conexión: Las marcas que despiertan emociones son las que se quedan en la mente del consumidor.
  • Autenticidad: No basta con decirlo, hay que demostrarlo.

Incluso si tu empresa es pequeña, puedes aplicar estos principios. Una identidad de marca bien trabajada te hará destacar y crear una conexión real con tu público.

Define la personalidad de tu marca con el Prisma Kapferer

Construir una identidad de marca poderosa no es cuestión de azar, sino de estrategia. Para que cada pieza encaje perfectamente, uno de los framework más utilizados y efectivos es el Prisma de Identidad de Marca de Jean-Noël Kapferer.

Este modelo compara la marca con la personalidad de una persona, analizando su identidad a través de seis dimensiones esenciales. Cada una forma una cara de un prisma hexagonal, representando el equilibrio entre cómo la marca se ve a sí misma y cómo la percibe su público.

En otras palabras, el Prisma de Kapferer no solo te ayuda a definir quién eres como marca, sino también a detectar posibles desconexiones entre lo que quieres transmitir y lo que realmente perciben tus clientes.

Las 6 dimensiones del Prisma de Kapferer

Cada una de las seis caras del prisma cubre un aspecto clave de la identidad de marca:

Características físicas (Physique): la cara tangible de la marca

Son los elementos visuales y sensoriales que hacen que tu marca sea reconocible al instante. Aquí entran en juego:

    • Logotipo
    • Colores
    • Tipografía
    • Packaging
    • Diseño de producto
    • Ambientación de tiendas físicas

Por ejemplo, la botella Contour de Coca-Cola es tan icónica que puedes reconocerla con solo tocarla.

Pregúntate: ¿Cuáles son los elementos visuales y sensoriales que hacen que tu marca sea única y reconocible?

Relación: el vínculo emocional con el cliente

Define cómo interactúa tu marca con su público y qué valor aporta más allá del producto. En otras palabras, ¿qué tipo de relación construye con sus clientes?

Por ejemplo, Starbucks se basa en la personalización y la experiencia (tu nombre en el vaso) mientras que Tesla apuesta por la exclusividad y la innovación.

Pregúntate: ¿Qué tipo de vínculo quieres construir con tus clientes?

Reflejo: ¿a quién representamos?

El reflejo es la imagen del cliente ideal que la marca proyecta en su comunicación. En otras palabras, ¿cómo quiere la marca que sus consumidores se vean cuando usan sus productos?

Por ejemplo, Rolex proyecta una imagen de éxito y sofisticación mientras que GoPro refleja un consumidor aventurero y audaz.

Pregúntate: ¿Cómo se siente tu cliente al verse reflejado en tu marca?

Personalidad: el carácter de la marca

Si tu marca fuera una persona, ¿cómo sería? Su personalidad se expresa a través del tono de voz, el estilo visual y la forma en que interactúa con su audiencia.

Ejemplo:

    • Apple: Minimalista, innovadora y elegante.
    • Red Bull: Enérgica, audaz y atrevida.
    • IKEA: Práctica, funcional y accesible.

Pregúntate: Si tu marca hablara, ¿cómo sonaría? ¿Qué adjetivos la describen mejor?

Cultura: los valores y la filosofía de la marca

La cultura es el corazón de la marca. No es solo lo que vende, sino los valores y principios que la sostienen. Una marca sin cultura es solo un logo bonito.

Por ejemplo, Patagonia basa su cultura en la sostenibilidad y el activismo ambiental mientras que Barilla refuerza los valores de la tradición familiar italiana.

Pregúntate: ¿Cuáles son los valores y creencias que definen tu marca?

Autoimagen: ¿cómo hace sentir la marca a sus clientes?

Este punto responde a una pregunta clave: ¿cómo se siente el cliente cuando usa la marca? Las marcas exitosas no venden solo productos, venden una emoción, un estatus, un estilo de vida.

Ejemplo:

    • Harley-Davidson hace que sus clientes se sientan rebeldes y libres.
    • L’Oréal refuerza la autoestima con su famoso “Because you’re worth it”.
    • Tesla hace que sus clientes se sientan parte del futuro de la movilidad.

Pregúntate: ¿Qué emoción quieres generar en tus clientes cuando usen tu marca?

Estrategias para implementar una identidad de marca eficaz

Tener una identidad de marca definida en papel es un gran primer paso, pero el verdadero reto es hacer que cobre vida en cada punto de contacto con el cliente. Porque una marca no es solo lo que dice que es, sino lo que demuestra con cada interacción, desde un reel en Instagram hasta la experiencia en tienda.

Coherencia omnicanal: la clave para ser reconocible

Si tu identidad de marca está bien definida, debe reflejarse en todos los canales. Desde el sitio web hasta el empaque, desde las redes sociales hasta la atención al cliente, todo debe hablar el mismo idioma.

    • Colores, tipografías y logo: Usa siempre los mismos y en sus versiones aprobadas.
    • Tono de voz: Si eres fresco y cercano en redes, no puedes sonar robótico en tus correos.
    • Experiencia de cliente: ¿Cómo atienden tus empleados? ¿Tu packaging refuerza tu identidad? Todo cuenta.

No confundas a tu audiencia. Mantén una identidad sólida en cualquier punto de contacto.

Alineación interna: si tu equipo no cree en tu marca, nadie lo hará

Tu marca no solo existe en la publicidad, sino en la forma en que las personas detrás de ella la viven y la transmite. La identidad de marca empieza desde dentro: si los empleados no la entienden ni la adoptan, será difícil que los clientes lo hagan.

    • Onboarding de marca: Cada nuevo empleado debe conocer los valores, misión y personalidad de la marca desde el día 1.
    • Formaciones internas: Explicar qué representa la marca y cómo debe reflejarse en cada interacción.
    • Brand Book accesible: Un documento claro con los pilares de identidad ayuda a mantener la coherencia.

Tu equipo es el primer embajador de tu marca. Si ellos no la viven, tus clientes tampoco la sentirán auténtica.

Originalidad y fidelidad a ti mismo

La identidad de marca es tu sello distintivo, así que mantente fiel a ella. Seguir tendencias sin criterio puede hacer que pierdas autenticidad y confundir a tu audiencia.

    • No copies a la competencia: Lo que funciona para ellos, no necesariamente encaja contigo.
    • No te subas a cualquier moda: Si no encaja con tu identidad, déjala pasar.
    • Evoluciona con sentido: Innovar está bien, pero dentro de los límites de tu ADN de marca.

La autenticidad es lo que más valoran los consumidores. Sé coherente y mantente fiel a tu esencia.

Monitoreo y adaptación: la identidad de marca no es estática

Implementar tu identidad no significa dejarla en piloto automático. Debes observar cómo te percibe el público y hacer ajustes cuando sea necesario.

    • Encuestas de percepción de marca: ¿El público te ve cómo quieres que te vean?
    • Escucha social y reseñas: ¿Qué dicen de tu marca en redes y en Google?
    • Análisis de coherencia: ¿La imagen que transmites hoy sigue alineada con tus valores y evolución

La identidad de marca debe evolucionar con estrategia, no con impulsos.

Ejemplo y coherencia en los comportamientos: más allá de la teoría

Una identidad de marca no solo se declara, se demuestra. Si promueves ciertos valores, debes vivirlos en cada acción.

    • Si hablas de calidad premium, tu control de calidad debe ser impecable.
    • Si tu valor es la inclusión, que se refleje en tus políticas de contratación y campañas.
    • Si promueves sostenibilidad, asegúrate de que tu producción es realmente responsable.

No puedes construir una identidad fuerte si tu marca no predica con el ejemplo.

Ventajas de una identidad de marca bien definida

Tener una identidad de marca clara y bien construida no es solo un detalle estético, es una estrategia clave para el éxito. No se trata únicamente de un logo bonito o una tipografía llamativa, sino de crear una identidad que sea reconocida, recordada y, lo más importante, elegida.

Aquí te resumo los beneficios más importantes de una Brand Identity bien definida y aplicada con coherencia.

Reconocibilidad instantánea: que te vean y te recuerden

Una identidad de marca bien trabajada hace que tu negocio sea reconocible al instante. Los colores, la tipografía, el logo, el estilo visual y el tono de voz se convierten en un sello distintivo, permitiendo que tu público te identifique sin esfuerzo en cualquier entorno

Cuanto más coherente seas en tu identidad visual y verbal, más fácil será que te recuerden.

Coherencia multicanal: una marca que “habla con una sola voz”

Una marca estable y consistente a lo largo del tiempo genera confianza y seguridad en su audiencia.

Si cuidas tu imagen, el público percibirá (con razón) que también cuidas tu producto o servicio. La confianza no se construye en un día, pero una identidad coherente la fortalece en el tiempo.

Diferenciación competitiva: destacar en un mar de opciones

En un mercado saturado, ser diferente no es un lujo, es una necesidad. Tu identidad de marca es tu sello distintivo, lo que te hace único y te separa de la competencia.

Si tu identidad de marca está bien construida, tu público entenderá por qué elegirte a ti y no a la competencia.

Eficiencia en las comunicaciones: menos dudas, más impacto

Cuando la identidad de marca está bien definida, las campañas y materiales de marketing se crean con más rapidez y coherencia.

Una identidad de marca clara acelera los procesos creativos y reduce el esfuerzo de comunicación.

Mayor lealtad del cliente: construir una comunidad, no solo vender

Las personas no solo compran productos, compran significados. Si logras que tu público se identifique con tu marca, habrás ganado algo más que un cliente: habrás creado un embajador.

Las marcas con una identidad fuerte no solo atraen clientes, crean comunidades.

Mejor rendimiento en marketing: más impacto, mejores resultados

Una identidad de marca sólida potencia todas las estrategias de marketing. ¿El resultado? Más alcance, más engagement y mejor conversión.

Cuando tu identidad de marca es fuerte, el marketing deja de ser una lucha y se convierte en un imán para atraer clientes.

Conclusión

Construir una identidad de marca sólida no es un simple ejercicio de branding, es una estrategia esencial para el éxito a largo plazo. No se trata solo de diseñar un logo atractivo o elegir una paleta de colores bonita, sino de darle a tu marca una voz, una personalidad y un propósito que conecte con las personas.

Una identidad de marca bien definida te hace reconocible, memorable y confiable. Te diferencia de la competencia, refuerza la lealtad de tus clientes y potencia cada esfuerzo de marketing. Pero recuerda: una identidad de marca no es estática, debe evolucionar con coherencia para seguir siendo relevante.

El verdadero reto no es solo definir tu identidad, sino implementarla con consistencia en cada punto de contacto: desde tu comunicación hasta la experiencia del cliente. Porque una marca no es lo que dice que es, es lo que demuestra con cada interacción.

La clave es simple: sé fiel a tu esencia, mantén la coherencia y predica con el ejemplo. Cuando tu identidad de marca es fuerte y auténtica, no solo te eligen una vez, te eligen siempre